Justino es un nombre masculino de origen latino, cuyo significado es ‘aquel que obra con justicia’. Hoy, en España, 1.767 hombres celebran su santo gracias a San Justino mártir.

Este santo nació entre el año 100 y 114 en Flavia Neapolis, que pertenecía al Imperio Romano. Aunque afirma ser samaritano, su familia era pagana de habla griega, por lo que fue educado con ese contexto cultural. En su Diálogo con Trifón cuenta que estudió filosofía con diferentes maestros que por una u otra razón le decepcionaron.

Por ello, se convirtió al cristianismo, ya que antes reconoce haber profesado la filosofía platónica en Éfeso, en tiempos de Adriano. De hecho, dedicó el resto de su vida a difundir lo que él consideraba la verdadera filosofía.

Su concepto de la misma radica esencialmente en el sincretismo judeo-alejandrino. Parece ser que viajó bastante, y que al final de su vida se instaló en Roma, donde fundó el Didascáleo romano, una escuela de filosofía cristiana.

Durante el gobierno de Marco Aurelio, este santo fue martirizado en la capital del Imperio, debido a sus disputas con el cínico Crescencio, siendo Junio Rústico prefecto de la ciudad entre 162 y 168.

Justino es uno de los mártires que demuestra, desde el punto de vista histórico, de cómo la Iglesia celebraba el culto desde el comienzo de la misma. En el capítulo 2, versículo 42 del libro Hechos de los Apóstoles, se lee «Perseveraban asiduamente en la doctrina de los Apóstoles y la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones». De allí que su famoso discurso eucarístico sea citado siempre como referencia de cómo vivían la fe los primeros cristianos.

Este y otros santos son celebrados durante el 1 de junio:

Nuestra Señora de la Luz

San Aníbal María Di Francia

San Caprasio de Lérins

San Floro de Arvernia

San Fortunato de Montefalco

San Íñigo de Oña

San Isquirión y compañeros

San José Tuc

San Próculo de Bolonia

San Ronan de Quimper

San Simeón de Tréveris

San Vistano

Beato Juan Bautista Scalabrini

Beato Juan Pelingotto

Beato Juan Storey

Beato Teobaldo Roggeri