El nombre Juan tiene origen hebreo y proviene de la palabra Yehohanan, que significa ‘El que es fiel a Dios’. Actualmente, en España, hay 7.278 hombres que llevan este nombre y celebran su santo gracias a San Juan Bautista.
La Noche de San Juan es celebrada en la víspera del nacimiento del santo y en España es una tradición encender hogueras. Algunas interpretaciones sugieren que esta celebración también marca la llegada del solsticio de verano, seis meses antes del nacimiento del Mesías. En la mayoría de España se celebra de alguna forma esta fecha señalada, que también es festejada a nivel internacional en países como Portugal, Reino Unido, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Noruega, Estonia y en 11 países de América.
San Juan Bautista es uno de los tres únicos santos cuyo nacimiento es conmemorado por la Iglesia Católica en lugar de su muerte. Las otras festividades son el nacimiento de Jesús y el de la Virgen María. Juan estaba destinado a tener un papel importante en la vida de Cristo y en el desarrollo del cristianismo desde antes de su nacimiento.
Según el Evangelio de San Lucas, Isabel, madre de Juan, era anciana y estéril, pero su deseo de tener descendencia se hizo realidad después de que el arcángel Gabriel anunciara a su marido, Zacarías, que tendrían un hijo al que llamarían Juan. Durante el embarazo, Isabel recibió la visita de María, su prima, y el niño saltó de gozo en su seno. La Iglesia Católica considera a San Juan Bautista como el anunciador y precursor de la venida de Dios debido a estos eventos milagrosos. Él nació el 24 de junio, seis meses antes que Jesucristo, y también es venerado en otras religiones como el Islam.
En su edad adulta, Juan vivió como un asceta en el desierto de Judá y lideró una secta que anticipaba la llegada del Mesías. El bautismo era un acto fundamental en su comunidad y no solo una formalidad, sino que implicaba un cambio real en el pensamiento y la forma de vida de las personas. Por esta razón, se les conocía como los bautistas. Un día, Jesús se acercó a Juan en el río Jordán y le pidió que lo bautizara, lo que sorprendió a Juan, quien dijo: «Soy yo quien debería ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?» (Evangelio de San Mateo, 3:14).
A partir de ese momento, Juan se convirtió en un admirador de Cristo y predicó sus hazañas, aunque por poco tiempo. Su mensaje incomodó a las autoridades romanas, y Herodes ordenó su detención y posterior decapitación.
Este mismo día también se celebran los siguientes Santos:
San Agilberto y compañeros
San Goardo de Nantes
San Teodulfo de Lobbes
San Agoardo mártir
San Rumoldo de Malinas
San Simplicio de Autun
San Teodgaro de Vestervig
San Farnacio mártir