Melania es un nombre femenino de origen griego, cuyo significado es ‘negro‘ u ‘oscuro‘.
Nació en el seno de una rica familia aristocrática de origen hispano, era hija del senador Valerio Publicola (hijo del Praefectus Urbi Romae Valerio Maximo Basilio y de Melania la Vieja), de la gens Valeria y de Ceyonia Albina, de la gens Ceyonia, ambas familias de gran ascendencia en la Roma de la época.
A los 14 años, se casó con su primo por parte de padre Valerio Piniano (hijo del prefecto Valerio Severo), que tenía 17 años.
Después de la prematura muerte de los dos hijos habidos en el matrimonio, y después de que estuviese a punto de morir Melania al nacer el segundo, los esposos estuvieron de acuerdo en mejor dedicarse a servir a Dios, manteniendo al tiempo un celibato.
El padre de Melania observó todo con gran desilusión, pero en su lecho de muerte, cinco años después, pidió perdón a Melania por impedir su vocación al celibato y le legó todos sus bienes.
Siguiendo los consejos de su abuela y de acuerdo con su madre Albina y su esposo Piniano, Melania decidió en el año 406 abandonar su rica residencia romana para mudarse junto a sus sirvientes a una casa de campo próxima a Nola, cerca de su pariente lejano Paulino de Nola.
En el 408, ante la invasión de los bárbaros, prefirió mudarse a las fincas que su familia poseía cerca de Mesina (Sicilia) donde vivieron con gran austeridad, dedicándose al cuidado de los necesitados y los presos. Atraídos por su fama, muchos jóvenes se reunieron a su alrededor, fundando centros de vida monástica.
Decidieron vender sus posesiones en Italia para donárselas a los pobres antes de pasar al norte de África en el 410, instalándose en Cartago y Tagaste (Numidia), donde cultivaron la amistad de Agustín de Hipona y se dedicaron a una vida de piedad y obras de caridad.
Juntos fundaron dos conventos de monjes y dos de monjas. Melania se convirtió en abadesa de uno de ellos y destacaba por su austeridad, alimentándose frugalmente cada tercer día y ocupándose principalmente de copiar manuscritos en griego y latín.
En el año 417, Melania decidió ir a Jerusalén con su marido y su madre, donde viviría veintidós años. Allí continuó sus donaciones a los necesitados con el producto de la venta de sus propiedades en España y fundó un monasterio, cerca del Monte de los Olivos.
En Belén conoció a Jerónimo de Estridón, convirtiéndose en un fiel amigo y colaborador. Fue a visitar a los Padres del desierto a la cuna del monaquismo oriental en Egipto, pasando por Alejandría, quedando profundamente impresionada por la sencillez de su vida ascética.
En el 431 moriría su madre Albina y un año después su marido Piniano. En el 436, fue a Bizancio, a consolar a su rico tío Rufio Antonio Agrypnio Volusiano, que accedió a ser bautizado muy enfermo, a pesar de su fe pagana.
La emperatriz Elia Eudocia, durante una peregrinación a Jerusalén en el 437, le pidió consejo para hacer donaciones a las iglesias y monasterios de la Ciudad Santa. En diciembre del 439, Melania siente aproximarse a la muerte y se dirige a Belén para asistir a la Misa de Navidad, donde oró por sus hermanas, las bendijo y las pidió perdón por su severidad.
Finalmente, moriría pacíficamente el 31 de diciembre de ese mismo año.
Este y otros santos son celebrados durante el 31 de diciembre:
San Mario obispo
San Zótico
San Silvestre I papa
San Barbaciano
Santa Columba virgen y mártir