Catalina es un nombre propio femenino procedente del griego, cuyo significado es ‘mujer pura’ o ‘inmaculada’. Hoy, en España, 53.200 mujeres celebran su santo gracias a Santa Catalina Labouré

Esta santa nació en Bretaña (Francia), en 1806. Sus padres eran agricultores y la llamaban Zoe en familia. Se quedó huérfana de madre a los ocho años y, ya que su hermana se fue de monja vicentina, Catalina se quedó al frente de los trabajos de la cocina y del lavadero en la casa de su padre, y por esto no pudo aprender a leer ni a escribir. 

A los 14 años le pidió a su padre que le permitiera ingresar en un convento, pero este se lo negó. Una noche soñó con un anciano sacerdote que le aseguraba que llegaría el día en que ayudaría a cuidar enfermos. Esa imagen se le quedó grabada para siempre. A los 24, logró por fin ir a visitar a su hermana religiosa. Al llegar al convento vio el retrato de San Vicente de Paúl y reconoció en él al sacerdote que se le había aparecido en sueños. Desde ese día se propuso ser hermana vicentina y no dejó de insistir hasta que lo consiguió. 

Las apariciones de Catalina la hicieron famosa en la Iglesia. La primera ocurrió cuando una noche, estando en su dormitorio, sintió que un hermoso niño la invitaba a ir a la capilla. Siguió al niño hasta la capilla, que le llevó hasta la imagen de la Virgen. Esta le reveló una serie de acontecimientos futuros. 

La aparición más famosa fue la ocurrida el 27 de noviembre de 1830. Estando en la capilla se le aperció la Virgen, que le encomendó hacer una imagen igual que la aparición: totalmente resplandeciente, derramando de sus manos hermosos rayos de luz hacia la tierra. La imagen tendría rotulado: «Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti».

Después de las apariciones Catalina vivió escondida de todos. La historia de su aparición corrió rápido por Francia. En 1836 se habían repartido más de 130.000 medallas con la imagen de la Virgen. El confesor de la santa publicó un librito narrando lo que la Virgen Santísima había venido a decir, aunque sin revelar la identidad de Catalina. La monja pasó sus días en el convento hasta su muerte. 

Este y otros santos son celebrados durante el 28 de noviembre:

San Andrés Tran Van Trông

San Basilio mártir

San Crescenciano

San Edelboldo

San Esteban el Joven

San Eustaquio

San Félix

San Florenciano

San Honesto de Nimes

San Hortelano

San Irenarco

San Jacobo de la Marca

San Lamano

San Mansueto de Uruci

San Papiniano y compañeros

San Pedro, monje

San Rufo

San Sóstenes

Santa Teodora

San Urbano