Juan Bautista es un nombre masculino de origen hebreo, que significa ‘Dios es misericordioso y es el que bautiza‘. Actualmente, 333.527 hombres en España reciben el nombre de Juan y 11.377 el de Juan Bautista.
Juan el Bautista es mencionado en los cuatro evangelios canónicos además de en el no canónico de los nazarenos. Los evangelios sinópticos (de Mateo, Marcos y Lucas) describen el bautizo de Jesús. En el Evangelio de Juan hay una mención tácita del hecho (Juan 1:32-34).
El Evangelio de Marcos le presenta como el cumplidor de una profecía de Isaías (que, en realidad, es un conjunto de frases del Segundo Isaías, del Libro del Éxodo y del Libro de Malaquías). Esta profecía hablaba de un mensajero que iba por delante y de una voz que clama en el desierto. Cuenta que Juan usaba un manto de pelo de camello y que se alimentaba de miel silvestre y saltamontes. Juan proclamaba el bautismo del arrepentido para el perdón de los pecados. Según Marcos, el Bautista decía que vendría otro después de él que no bautizaría con agua, sino con el Espíritu Santo.
El relato del Evangelio de Mateo contiene la profecía de Isaías, y la información del Libro de Malaquías y del Libro del Éxodo es mencionada por el propio Jesús más adelante. La descripción de Juan viene directamente del Evangelio de Marcos: «un manto hecho de pelo de camello, un cinturón de cuero en la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre», junto con el anuncio de que el que vendría posteriormente bautizaría con el Espíritu Santo «y el fuego» (Mateo 3:1-12)
El Evangelio de Lucas narra la concepción milagrosa de Isabel, esposa de Zacarías (Lucas 1:7-9), que era estéril, ambos ancianos y sin hijos. Puede que este evangelio defina a Isabel como estéril por haber pasado ya la menopausia. Juan Evangelista describe a Juan el Bautista como «un hombre enviado por Dios» que «no era la luz» pero que «vino como testigo para dar testimonio de la luz, de manera que a través de él todos creyeran» (Juan 1:6-8). Juan Bautista negaba claramente ser el Cristo, Elías o «el profeta», y en lugar de eso se definía a sí mismo como «la voz que clama en el desierto».
Este y otros santos son celebrados el 29 de agosto:
San Adelfo de Metz
Santa Teresa Bracco
San Sebbo de Inglaterra
San Mederico de Autun
Santa Basila de Sirmio
Santa Sabina de Roma
San Víctor de Nantes
Beata Bronislava de Cracovia
Beato Domingo Jedrzejewski
Beato Constantino Fernández Álvarez
Beata María de la Cruz Jugan
Beata Sancha Szymkowiak
Beato Edmundo Ignacio Rice
Beato Luis Vulfilocio Huppy
Beato Francisco Monzón Romeo
Beato Ricardo Herst