Saturnino es un nombre masculino de origen latino cuyo significado es ‘saciado, harto’. Hoy, en España, 7.027 hombres celebran su santo gracias a San Saturnino de Tolosa.
Según las Actas de Surio, Saturnino predicó en Aquitania durante el Consulado de Gracio y Decio, en el siglo III. En Tolosa convirtió a Honesto, quien se unió a él para irse de misionero; en Carcassonne, el prefecto Rufino los encarceló, pero fueron liberados por un ángel. Honesto fue a predicar a Pompaelo (la actual Pamplona). Tras debatir con el senador pagano Firmo, hizo llamar a Saturnino. Saturnino y Honesto convirtieron y bautizaron a varios paganos de la ciudad, entre ellos Firmo y su esposa (bautizados por Saturnino) y el hijo de ambos, Fermín, quien luego sería a su vez obispo de Amiens.
La Passio Saturnini cuenta que Saturnino, habiendo sido nombrado obispo, llegó a Toulouse (Francia) en el año 250, bajo el consulado romano de Decio y Grato. En aquella época, en la Galia había todavía muy pocas comunidades cristianas y Saturnino llegó para predicar y convertir a los ciudadanos de aquel lugar.
En la ciudad había un templo erigido por los romanos y consagrado a su dios Júpiter Capitolino. Saturnino tenía que pasar cada día por delante de dicho templo para llegar a un pequeño oratorio donde ejercía su catequesis. Parece ser que durante algún tiempo, Júpiter se mostraba mudo ante las peticiones de las gentes que creían en él y empezó a correrse el rumor de que el responsable de tal hecho era el obispo Saturnino.
La multitud se alteró por este motivo y un día le esperó y al pasar por allí, rodeándole amenazadora, quiso imponerle el sacrificio de un toro al dios romano. Ante su negativa y enfurecidos, ataron al obispo al toro que debía ser sacrificado y le picaron para que corriera por las escalinatas del Capitolio. El cuerpo de Saturnino fue despedazándose a lo largo de la carrera del animal. Cuando paró la espantada, allí quedó abandonado, hasta que unas piadosas mujeres lo recogieron y lo enterraron en una fosa muy profunda.
Un siglo después, fue descubierta su tumba y allí mismo construyeron una pequeña capilla con sus reliquias. Con el tiempo se perdió dicha capilla y también su recuerdo; posteriormente uno de sus sucesores encontró el lugar.
Los testimonios históricos fiables de su culto en Pamplona datan de finales del siglo XI, cuando se instalaron numerosos pobladores francos, que construyeron una iglesia bajo su advocación y a su alrededor se formó uno de los tres barrios importantes, el llamado Burgo de San Serenín o Burgo de San Cernin. Frente a la puerta de dicha iglesia hay una plancha de bronce que está tapando un pozo. Se cuenta que San Saturnino bautizó con el agua de ese pozo a los primeros cristianos pamploneses, incluido San Fermín.
Este y otros santos son celebrados durante el 29 de noviembre:
San Álvaro Pelagio
San Brandán
San Demetrio
San Filomeno
Santa Iluminada
San Jacobo obispo
San Paramón
San Radbodo
San Saturnino de Cartago
Beato Alfredo Simón Colomina
Beato Dionisio de la Natividad (Pedro Berthelot)
Beato Eduardo Burden
Beato Federico de Ratisbona
Beato Guillermo Gigson
Beato Guillermo Knight
Beato Jorge Errington, Guillermo Gigson y Guillermo Knight, presbíteros y mártires
Beato Redento de la Cruz