Isabel es un nombre femenino cuyo origen no está del todo claro. Es posible que derive del latín, en honor a la diosa egipcia de la fecundidad Isis y el epíteto bella. Otra posibilidad es que derive del nombre hebreo Elisabet, significando ‘juramento de Dios’.
Santa Isabel de Portugal nació el 4 d enero de 1271 en Zaragoza. Fue muy devota desde niña y la casaron a los 11 años con el rey Dionisio I de Portugal. De su matrimonio nacerían dos hijos. Dedicó gran parte de su tiempo a atender a mendigos, enfermos y ancianos. Ordenó construir hospitales, escuelas gratuitas y hospederías para huérfanos, además de nuevos conventos.
Cuentan que en numerosas ocasiones fue hasta los campos de batalla para poner fin a las disputas entre Dionisio y su hijo Alfonso, colocándose entre los dos y rezando para que finalizase la pelea.
En el año 1325 quedó viuda. Tras esto, peregrinó hasta Santiago de Compostela e ingresó en el convento de Santa Clara-a-Velha en Coimbra, que ella misma había fundado. Antes de morir, tuvo que mediar de nuevo en un conflicto familiar, que involucraba a su hijo Alfonso con su nieto Alfonso XI de Castilla
Este y otros santos son celebrados durante el 4 de julio:
San Andrés de Creta
Santa Berta de Blangy
San Lauriano de Vatan
San Nanfanión mártir
San Udalrico de Augsburgo
San Valentín de Langres
San Cesidio Giacomantonio
San Florencio de Cahors
San Jocundiano mártir