Mónica es un nombre femenino de origen griego. Su significado es ‘única‘. Hoy, 103.137 mujeres celebran en España su santo gracias a Santa Mónica. 

Sus padres eran cristianos. Mónica provenía de una familia de vieja tradición cristiana. Su educación se le encargó a su criada, también cristiana. Cabe resaltar que Mónica nació en Tagaste, en la actual Argelia. Se casó a una corta edad con un hombre mayor, romano y pagano, llamado Patricius o Patricio, quien tenía una posición oficial en Tagaste.

Las limosnas, buenas acciones y oraciones de Mónica, tradiciones religiosas, incomodaban a Patricio, pero, a pesar de ello, él la trataba a ella con respeto. Su esposo era un hombre muy enérgico y de temperamento violento que tenía hábitos libertinos. 

Mónica iba a la iglesia cada día y soportó con paciencia el adulterio y las cóleras de su marido. Se ganó el afecto de su suegra en poco tiempo e incluso convirtió a Patricio al cristianismo y calmó su violencia. No obstante, Patricio murió poco después de su conversión y Mónica decidió no volver a casarse.

Mónica tuvo tres hijos que sobrevivieron a la infancia: dos varones, Agustín, Navigio, y una mujer, Perpetua. Imposibilitada de asegurarle el bautismo a ellos, se afligió mucho cuando Agustín enfermó. Ante esta situación de sufrimiento le preguntó a Patricio si Agustín sería bautizado, a lo cual éste accedió. Tras la recuperación de su salud revocó el consentimiento.

Pero el alivio y la alegría de Mónica debido a la recuperación de Agustín se transformaron en ansiedad. Él desperdiciaba su nueva vida siendo indisciplinado y, como él mismo contó, vago. Finalmente fue enviado a una escuela en Maduros. En Cartago, a la edad de 17 años, Agustín encontró la muerte.

Allí llevaba una vida descarriada, cometió pecados graves y abrazó el maniqueísmo lo que le alejó de su madre. Cuando regresó a su hogar y compartió sus experiencias del maniqueísmo, Mónica lo echó del mismo. Sin embargo, dijo haber experimentado una visión que la convenció a ella de que se reconciliara con él.

Este y otros santos son celebrados durante el 27 de agosto:

San Gebhardo de Constancia

San Guarino de Sión

San Juan de Pavía

San Licerio de Couserans

San Narno de Bérgamo

San Poemeno de Tebaida

San Rufo de Capua

Beato Ángel Conti

Beato Carlos Renato Collas du Bignon

Beato Domingo de la Madre de Dios Barberi

Beato Fernando González Añón

Beato Francisco de Santa María y compañeros

Beato Juan Bautista Vernoy de Montjournal

Santa Antusa mártir

San Cesáreo de Arlés

San David Lewis

Beata María del Pilar Izquierdo Albero

Beato Raimundo Martí Soriano

Beato Rogerio Cadwalador