Diego es un nombre masculino de orígenes griego, hebreo y latino, cuyo significado es ‘sostenido por el talón‘. Hoy, en España, 154.197 hombres celebran su santo gracias a San Diego de Alcalá.

Este santo nació en San Nicolás del Puerto (Sevilla). A temprana edad se consagró al Señor en la capilla de San Nicolás de Bari, en su pueblo natal y, más tarde, en la ermita de Albaida del Aljarafe (Sevilla).

Diego se trasladó a la Arruzafa, Córdoba como hermano lego en los franciscanos, frailes menores de la observancia, donde actualmente se encuentra el parador de Arruzafa. En 1441 fue enviado de misionero al archipiélago canario, donde predicó en el convento de Arrecife.

En 1445 le nombraron guardián del convento de San Buenaventura en Fuerteventura, algo excepcional por tratarse de un hermano lego. Peregrinó a Roma durante el Jubileo de 1450 y de la canonización de Bernardino de Siena. Cuando una epidemia azotó la ciudad de Roma, el santo ejerció de enfermero del convento de Ara Coeli durante tres meses y muchos enfermos se sanaron de forma milagrosa.

Otro gran milagro fue la curación de un niño tras quedarse dormido dentro de un horno, que le causó graves quemaduras. Tras la intercesión del santo, el niño apareció libre de quemaduras. San Diego solía atribuir los milagros a la Virgen María. Al regresar a España en 1456, le destinaron al convento de Santa María de Jesús en Alcalá de Henares donde ejerció como portero y jardinero, hasta su muerte el 12 de Noviembre de 1463.

La infección de su cuerpo emitía una milagrosa fragancia y su cuerpo estuvo incorrupto. Tras morir fue visitado por los Cardenales, reyes y príncipes que acudieron ante sus restos. Enrique IV de Castilla le pidió la curación de Beltraneja. Felipe II llevó el cuerpo de San Diego al palacio para pedirle la curación de su hijo, el Príncipe Carlos. El milagro de la curación de esta sería la introducción al proceso de su canonización e inmortalización por Lope de Vega. Sus restos se encuentran en la Catedral de Alcalá de Henares y su cuerpo incorrupto se expone el 13 de Noviembre. San Diego fue el único santo canonizado en 1588 por Sixto VI.

Este y otros santos son celebrados durante el 13 de diciembre:

San Dalmacio de Rodez

San Himerio de Susingen

San Abón de Fleury

San Bricio de Tours

San Calixto Caravario

San Homobono

San Leoniano de Vienne

San Luis Versiglia

Santa Maxelendis de Cambrai

San Mitrio de Aix-en-Provence

San Nicolás I papa

San Quinciano de Auvernia