Prisca es un nombre femenino de origen latino. Su significado es ‘anciano, venerable‘. Hoy, en España, 179 mujeres celebran su santo gracias a Santa Prisca.
La passio data en el siglo X y, aunque carece de verdadero valor histórico, es interesante leerlo. Cuenta como Prisca era una niña de 13 años y una adulta para la ley romana, que fue detenida entre un numeroso grupo de cristianos durante la persecución del emperador Claudio II (año 269).
El emperador, al verla de tan corta edad, creyó fácil vencerla y la llevó al templo de Apolo para que le quemara incienso en ofrenda. Pero aunque fue abofeteada hasta que le sangró la boca, no tomó el incienso que debía ofrendar.
Prisca fue luego encarcelada en una celda rodeada de criminales que la molestaron todo el tiempo, pero eso tampoco logró abatirla. La torturaron quemándola con antorchas y aceite hirviendo, pero ante las protestas de la gente, el emperador mandó encerrarla de nuevo.
Fue torturada de nuevo, quemada con grasa derretida, desgarrada con uñas de acero, azotada con cuerdas emplomadas y descoyuntada en el potro. Durante la noche recibió visitas de sus padres y parientes, que en vano le suplicaron que se salvara.
La echaron a los leones y éstos no la tocaron, la colgaron por encima de una hoguera y no se quemó. Finalmente, la llevaron a las afueras de Roma, en la Vía Ostia, y allí fue decapitada. Fue enterrada en las catacumbas de esa zona, que pasaron a llamarse catacumbas de Santa Priscila. Prisca termina su corta vida con la cabeza cortada fuera de la ciudad.
Este y otros santos son celebrados durante el 18 de enero:
San Deicolo
San Jaime Hilario Barbal
Santa Margarita de Hungría
San Volusiano