Flora es un nombre femenino de origen latino, cuyo significado es ‘flor‘. Hoy, en España, 7.410 mujeres celebran su santo gracias a Santa Flora de Córdoba.
En la década 850-860 tuvieron lugar en Córdoba persecuciones religiosas contra los cristianos que provocaron la muerte de unos cincuenta mártires mozárabes.
En Al-Ándalus, hasta el siglo XI, la Iglesia mantuvo su organización, aunque en una situación muy precaria. Los mozárabes, cristianos hispanos, mantenían su organización, cultura y religión, con cierta cobertura legal. Pagaban sus impuestos y respetaban al emir. Sin embargo, tenían algunas restricciones con respecto a los musulmanes con la finalidad de incitarlos a que se convirtieran al Islam. La fuente más fiable sobre las vidas y martirios de Flora y María es San Eulogio, que las conoció personalmente y fue testigo de su martirio.
Flora nació en Córdoba. Era hija de madre cristiana, natural de Ausinianos (la actual Villarrubia de Córdoba), y de padre musulmán, natural de Sevilla, que se establecieron en Córdoba. El matrimonio tenía varias hijas y un hijo. Flora era la pequeña. Las hermanas fueron educadas en la fe cristiana de su madre y el hijo en la musulmana de su padre. Flora era muy devota y practicaba el ayuno a diario.
En plena adolescencia, Flora y sus hermanos quedaron huérfanos de padre. Hasta ese momento había practicado libremente el cristianismo, pero, a partir de entonces, su hermano, de fe musulmana, intentó la conversión de sus hermanas. Las hermanas se convierten pero Flora se mantiene firme en sus creencias. Flora finalmente huye y se esconde, pero ante las represalias que su hermano tomaba con algunos clérigos a los que acusaba de esconderla, regresó a casa. Allí se ratifica en su fe. El hermano la intenta convencer con promesa y amenazas. Como Flora no cede, su hermano la lleva ante el tribunal, donde confiesa ante el cadí el ser cristiana y el haber consagrado a Dios su virginidad.
Flora fue torturada. Desollada la cabeza por flagelación (azotada por dos verdugos sin compasión en la cabeza hasta que quedó desnudo el hueso de la cabeza), llevada a su casa para ser curada e intentar convertida al Islam, pero no reniega de su fe y nuevamente vuelve a escapar. Permanece un tiempo en casa de un cristiano y luego en Osaria, la actual Torredonjimeno. Se encontró con María en la iglesia de San Acisclo cuando rezaba para soportar el martirio.
Decidieron entregarse juntas. María fue condenada por blasfemia tras condenar a Mahoma ante el tribunal y Flora por apostasía, en 851. Se presentó voluntariamente ante el cadí, junto con María, las trasladaron a un calabozo y, llegado el día de la ejecución, fue públicamente degollada tras haber signado la señal de la cruz. Su cuerpo quedó expuesto para escarmiento y, tras unos días, arrojado al río Guadalquivir. Las cabezas de Flora y María se depositaron en la iglesia de san Acisclo.
Este y otros santos son celebrados durante el 24 de noviembre:
Santa María de Córdoba
San Agustín Schoeffler
San Alberto de Lovaina
San Alejandro mártir
Santos Andrés Dung Lac y compañeros
San Colmano de Uama
San Crescenciano mártir
San Crisógono de Aquileya
Santa Firmina de Amelia
San José Tuan, sacerdote
San Juan Luis Bonnard
San Lucas Vu Ba Loan
San Porciano
San Protasio
San Romano