Edmundo es un nombre masculino de origen germánico cuyo significado es ‘el que defiende sus bienes‘. Actualmente, 978 hombres en España reciben este nombre y celebran su santo gracias a San Edmundo, rey.

Sólo se conservan dos fuentes manuscritas contemporáneas que relatan su vida: la Crónica Anglosaxona, escrita por un monje anónimo entre 877 y 899 y una obra conmemorativa de 890. Otras historias son más tardías y se mezclan con leyendas sobre el martirio y los milagros que se le atribuyen cuando fue venerado como santo.

Su origen familiar es incierto: las fuentes más fiables presentan a Edmundo como descendiente de los reyes de Anglia Oriental de la rama de Wuffing. Según Abón de Fleury, venía «ex antiquorum Saxonum nobili prosapia oriundus«, que parece indicar que era de origen extranjero, posiblemente de los antiguos sajones del continente.

Una tradición dice, sin pruebas, que su padre era el rey Alcmundo, del cual no se sabe nada más. A partir de aquí se desarrolla una leyenda que sitúa su nacimiento en Núremberg (Alemania) y que fue adoptado por el rey Æthelweard de la Anglia Oriental. Otras fuentes lo hacen hijo del propio Æthelweard.

Lo que es cierto es que Æthelweard murió en 854 y fue sucedido por Edmundo, entonces de catorce años de edad. La leyenda dice que fue elegido por nobles y clérigos de Norfolk. Se dice que fue coronado por San Humberto el 25 de diciembre de 855 en Burna, que era la capital del reino. Nada más se sabe con fiabilidad: Abón de Fleury dice que fue un rey modélico por su equidad y la justicia de sus actos y el ejercicio de la caridad con los necesitados, especialmente huérfanos y viudas. También dicen las fuentes que se retiró durante un año en la torre de Hunstanton y aprendió los salmos bíblicos.

A partir del 865, los daneses atacaron el reino y al ser rechazados invadieron Northumbria y Mercia, pero volvieron a atacar Anglia Oriental en 869.

El cuerpo del rey fue enterrado en Beadoriceworth, actual Bury St Edmunds. El lugar se convirtió en meta de peregrinación e hizo que se originara una población alrededor de sus reliquias. La fama del santo se hizo universal. La fecha de la canonización es desconocida, pero podría haber sido durante el reinado de Athelstan (924–939). Su popularidad fue grande: estandartes que se decía que habían sido del rey eran llevados por el ejército inglés (en la campaña de Irlanda, a Caerlaverock Castle de 1300 o en Agincourt) y muchas iglesias le fueron dedicadas a Inglaterra.

Sobre su tumba se erigió la abadía de Bury St Edmunds, una de las iglesias más grandes del reino; pero fue destruida en 1539, durante la Reforma protestante. Su festividad litúrgica se celebra el 20 de noviembre

Este y otros santos son celebrados durante el 20 de noviembre:

San Félix de Valois

San Adventor de Turín

San Ampelo mártir

San Nerses

San Octaviano

San Basilio de Antioquía

San Bernwardo de Hildesheim

San Octavio de Turín

San Solútor de Turín

San Teonesto de Verceli