Alejandro es un nombre masculino. De origen griego, su significado es ‘el defensor, el protector‘. Hoy, 263.990 hombres en España celebran su santo gracias a San Alejandro.
El obispo y anciano San Alejandro fue muy célebre por el celo de su fe. Le eligieron para la sede alejandrina como sucesor de san Pedro y rechazó la nefasta herejía de su presbítero Arrio, que se había apartado de la comunión de la Iglesia. Junto a 318 participó en el primer Concilio de Nicea, que condenó tal error.
Tuvo siempre un carácter apacible y bondadoso que de modo especial demostraba con los débiles y menesterosos. Era por su natural un hombre de paz, llevaba dentro de sí un espíritu conciliador como consecuencia de la caridad.Nació hacia el año 250.
Fue propuesto y nombrado para la sede de Alejandría tras la muerte de Aquillas, en el 313. A partir de entonces se verá envuelto en asuntos doctrinales que le harán sufrir lo indecible, le madurarán en la profesión de la fe cristiana y lo convertirán en su paladín.
A Alejandro no le quedó más remedio que ser fiel a su condición de pastor, aún a costa de su fama y de su bienestar. Tendrá que sobreponerse a sí mismo y hacer que su bondad se manifieste como intransigencia en cuestiones que él no puede tocar y menos cambiar.
Le preocuparon los indigentes y con ellos mostró una generosidad poco frecuente. El Patriarca es un hombre celoso en el cumplimiento de su oficio. Alentó el ascetismo de los solitarios anacoretas que se entregan sin condiciones a Dios, en el desierto de Egipto, con una vida de penitencia. Hizo construir el templo de san Teonás, el mayor de Alejandría. Mantuvo la paz y tranquilidad mientras se resolvía la fecha para la celebración de la Pascua.
Este y otros santos son celebrados durante el 26 de febrero:
Santa Paula Montal Fornés
San Víctor, eremita
San Porfirio
San Agrícola de Nevers
San Andrés de Florencia
San Faustiniano de Bolonia
Sigue los temas que te interesan